SACRAMENTO SIBAJAS, LA BAILAORA DE LOS BRAZOS DE ALMÍBAR

El vocablo sacramento que proviene del latín sacramentum, se refiere a lo que hoy en día llamamos 'misterio'. Tradicionalmente se han reconocido siete sacramentos, sin embargo, Dios sabía que le faltaba algo y tras meditarlo mucho, creó el del arte. Y que mejor manera de materializarlo, que en la persona de SACRAMENTO SIBAJAS, bailaora flamenca de Málaga en la que la referencia del griego bíblico, "lo que estando fuera de la comprensión natural, puede ser conocido solo por revelación divina", se hizo realidad.


Nacida en la calle de la Puente del flamenco barrio del Perchel, desde pequeña sintió gran atracción por el arte, ya que estuvo muy presente en su familia. El rey de la copla Antonio Molina trabajó con la familia en el reparto de la leche de la vaquería, el tío Agustín fue un extraordinario percusionista y el tío Paco estuvo muy relacionado con la cofradía del Cristo de Mena. Sus hermanos también tenían su sello artístico, Bernardo tocaba el saxofón en Los Príncipes y Agustín fue un estudioso de la arqueología participando activamente en "Misión Rescate". Sin embargo, fue en la figura de su hermana mayor la bailaora y maestra de piano Carmen Sibajas, donde Sacramento encontró el espejo en el que mirarse, emulándola por las tardes en la academia de Manolo Galiani.


Bailaora de brazos de almíbar, cuando Sacramento los levantaba se elevaba y crecía con sus movimientos volando su mantón con una majestad insólita, era entonces, cuando su cara expresaba esa belleza que la hizo célebre en el 1968, cuando ganó el premio Miss Feria Málaga, dejando maravillado hasta al mismísimo Manolo Escobar que era miembro del jurado.



Fue en La Gran Taberna Gitana, donde desarrolló la mayor parte de su carrera artística tras su paso por Madrid, en los Tablaos del Villa Rosa y del Corral de la Morería junto a su hermana Carmen y a su cuñado Perico Sevilla, cantaor flamenco que le cantó tantas veces con su proverbial soniquete.


Allí maravilló a su ciudad con el grupo “Las Cuatro Rosas” junto a Anilla, Esmeralda, Tere Salcedo, El Tiriri, Flores y Carlos Pastor, para más tarde formar pareja con El Duende y con Pepito Vargas, antes de su retirada total cuando contrajo matrimonio con José Antonio Alfaro.


Sacramento nos dejó el año pasado en la madrugada del 5 de mayo, pero siempre estará junto a nuestros corazones tanto por su arte, como por su bondad y belleza como persona. Hasta siempre Sacramento y un beso de todos los que te quieren, que son muchos.