jueves, 30 de diciembre de 2010

DE GABRIEL MORENO A LA CHAQUETILLA DE CARMEN AMAYA


Cuando las palabras se resbalan por la comisura del alma, no existe otro camino que el del sentimiento. Cuando las palabras fluyen desde dentro del alma, el conocimiento de lo vivido se hace presente. Hoy en la intimidad del aperitivo, al laíto de mi "compañera", hemos hablado con Perico Sevilla y Carmen Sibajas, como no, de flamenco, siempre con el respeto que merece un arte tan grande . Se ha recordado la voz tan personal de Gabriel Moreno, y ese "Carmen de los Reyes Reyes" que Gabriel sabe a quién se lo debe, como bien sabe Perico quién se lo pasó a Gabriel, y entre ellos todo se sabe. Igual que "con un tomate na más ", que en la voz de Fernado de la Morena por fandangos suena a gloria, mientras que Perico sonríe y da gracias a los que hacen sus "cantes". También se ha hablado de otras cosas, de bellas cosas. Carmen nos recordó la "chaquetilla de Carmen Amaya", estaba acompañada por Sabicas y Antonio de Triana en el Radio City y fue tal la que lió en los Estados Unidos, que el presidente Franklin Delano Roosevelt la invitó a una velada en la Casa Blanca y después de verla actuar le regaló una "chaquetilla bolera con incrustaciones de brillantes", cuando la llevaba para bailar la guardaban en la caja fuerte del hotel y el que la depositaba la llevaba esposada a su mano...cosas de grandes.

¿existirá esa reliquia?...

miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL CAPOTE NEGRO Y AZABACHE DE JOSELITO


Hace unos 40 y tantos años, Antonio Ordoñez organizó un festival en Málaga a beneficio de Bernardo Muñoz "Carnicerito", personaje bohemio, banderillero que fue del gran Manuel Martín Vazquez, y también suegro de Rafael de Paula. Torearon el festival Antonio Bienvenida y Ordoñez entre otros. Días después, se acercaron ambos Antonios (Ordoñez y Bienvenida ) a Jerez de la Frontera a llevar lo recaudado al bueno de Bernardo, que ya estaba enfermo y guardaba cama. Al ver llegar a los dos maestros, se levantó, abrió un arcón y sacó un viejo capote de paseo negro y azabache, se dirigió a Ordoñez y entregándoselo le dijo: - Es lo único que me queda del toro. Perteneció a Joselito, y lo llevó cuando guardo luto por la muerte de su madre, me lo regaló su hermano Rafael hace muchos años. Guárdalo con respeto y lucelo con orgullo pues solo lo utilizó Joselito y ahora es tuyo. Ordoñez, nunca llegó a usarlo. Años mas tarde, se celebraba una corrida de toros en la carabanchelera plaza de Vistalegre de Madrid, en la que se retiraba del toreo Antonio Bienvenida, con toros de Bohorquez y alternando junto a Curro Romero y Rafael de Paula. Hacía justo unos días que acababa de fallecer la madre de los Bienvenidas y el día de la corrida apareció Antonio Ordoñez en la habitación de su tocayo con un paquete bajo el brazo: - ¿Recuerdas aquella tarde en Jerez antes poco antes de morir Bernardo?, ví como te emocionabas cuando me regaló el capote. Toma, por que hoy te retiras del toreo y porque acaba de morir tu madre, quiero que el capote sea tuyo. Este fue el capote que llevó Bienvenida aquel día y que puede verse en las fotografías de aquella histórica tarde, pues Rafael de Paula realizó una de las mejores faenas de su vida. Al llegar al patio de cuadrillas, Paula no quitaba ojo al capote de paseo del maestro. Nadie sabía, que él y solo él, se había liado ese capote miles de veces para hacer paseillos imaginados cuando era un crío, y subía al desván de la casa de Bernardo para torear toros imaginarios. El gitano de Jerez, se asombró al ver aquella joya tantos años después. Nadie volvió a hacer un pasillo con aquel capote. Pasados unos años, Bienvenida volvió a los ruedos y Ordoñez le reclamó en más de una ocasión el capote. Finalmente fue Angel Luis quien donó la histórica prenda al Museo Taurino de Madrid, donde tras varios años sin mostrarse ya puede verse hoy en día.
Por Alhamar 2

martes, 28 de diciembre de 2010

AURELIO SELLÉS, LA CONCIENCIA DE CÁDIZ


De izquierda a derecha: Salvador Navarro Marquina, Miguel Sibón Pantoja, Manuel Julbes Cuéllar, Aurelio Sellés Nomdedeu, Juan Vargas propietario de la "Venta de Vargas" en San Fernando y José Brea “Breita”, novillero cuñado de Manolo Vargas y de “El Cojo Peroche” gallero y exportador de gallos a Venezuela, al fondo está Rafael de Jerez (tocaor de guitarra).
A Aurelio Sellés Nomdedeu, se le llamó también Aurelio el Tuerto porque al final de su vida perdió visión en un ojo. Fue uno de los más importantes cantaores gaditanos de este siglo, así como depositario y transmisor de la esencia de Enrique el Mellizo. Antes que cantaor quiso ser torero, pero como no tuvo éxito acabó por dedicarse al cante. Cantaor equilibrado, ortodoxo, poco inclinado a los excesos expresivos. En opinión de Quiñones "nos encontramos con un intérprete sosegado, sabio, de gran dominio técnico y equilibrada consciencia, que en ningún caso pierde la cabeza cantando y cuyo atenimiento a las más tradicionales virtudes de la escuela gaditana y de sus capitales creadores es ordenado, canónico y ejemplar".

lunes, 27 de diciembre de 2010

CURRO VAZQUEZ TORERO DE MADRID

En el último de la tarde nos estaba reservada la fortuna de contemplar una de las faenas más importantes de la temporada. Curro Vázquez, que ya había deleitado en exquisitos lances a la verónica, se centró -más bien deberíamos decir se inspiró- con aquél ejemplar poderoso, y le toreó de primor en series de redondos, todas ellas distintas entre sí, rematadas con variación y gusto, unas veces mediante el pase de pecho de cabeza a rabo, otras con cambios de mano y, en la culminación de su obra, con el dibujo de un trincherazo que hizo saltar al público de sus asientos. También se echó la muleta a la izquierda Curro Vázquez para cuajar unos naturales ayudados, pero el toro se le quedaba corto por ese pitón. No importó, sin embargo, que no pudiera consumar a placer esta suerte, pues el arte ya había sido creado y el triunfo de clamor estaba con él. A hombros salió por la Puerta Grande, y quedó proclamado figura predilecta del público de Madrid.

JOAQUIN VIDAL - Madrid - 19/09/1982

domingo, 26 de diciembre de 2010

LA MALA FORTUNA DE RAMÓN


Seguro que al ver esta foto con estos dos grandes artistas, en el toreo Cagancho y en el flamenco Caracol, todos hemos pensado en Alonso Nuñez "Rancapino", otro pedazo de artista flamenco y gran catador del arte taurino.
Sin embargo el artista del centro de la foto no es sino su hermano Ramón Nuñez "Orillo del Puerto", el cual fue definido por la crítica como “tumulto de bulería en estado de gracia”. Su hermano Rancapino, dijo de él: «Era un artista, un bailaor, un cantaor festero, un monstruo que convencía con su arte». Aunque Orillo ha sido conocido principalmente como un maestro del cante y del baile, también tuvo un papel en la película ‘Currito de la Cruz’ en el año 1965. De él dijo el guitarrista Esteban de Sanlúcar: «Su cante es como se guisaba antiguamente un potaje de frijoles, que con una cabeza de ajo y un poco de pimiento molío se chupaba uno los deos; hoy, al querer mejorarlo con muchos ingredientes lo estropean echándolo a perder”.
Ramón fue un cantaor largo, rifado para cantar atrás por los bailaores. Sus siguiriyas, sus soleares, sus tientos, sus tangos, olían a antiguo. Sus alegrías, sus cantiñas, sus bulerías, tenían ese puntito y ese compás inigualable de las gentes del Puerto.Pero en las chuflillas se desahogaba y, al són de sus cantes burlones del “Cocherito Leré” o “de Matarile..”, a la vez que se cantaba, bailaba, remedando el salto de la cuerda o la comba, con una gracia indescriptible.
Durante veinticinco años, por todos los escenarios del mundo mundial, Orillo le sirvió de cantaor para bailar a Antonio Gades, enterrado en olor del comunismo. Durante veinticinco años, Gades le fue reteniendo la cuota de la Seguridad Social y se la embolsillaba. Así que Orillo se quedó sin pensión de jubilación. Y al cabo del tiempo, impedido, enfermo, desasistido, Orillo fue sesteando con su muleta por parques y jardines, por paradas de autobuses, viendo a unos, buscando a otros, “mangando”, que dicen los gitanos, sobreviviendo del cafelito que le “endiñaba” uno o de la caridad de otro, enseñando a todos las nóminas de la compañía de Antonio Gades y concluyendo inevitablemente con el “me cago en los ... de Antonio el comunista”, así, literalmente.

sábado, 25 de diciembre de 2010

OLIVA SOTO, UN TORERO CON DUENDE


A poco de cumplirse y celebrarse los cuarenta años del primer alunizaje, corrida lunar en honor de la Virgen de los Reyes, y yo que vuelvo a los tendidos de la Maestranza después de varios e involuntarios años de ausencia. La Luna, a los pies de la Virgen, hacía destellar con argénteo parpadeo el oro de los vestidos de los matadores, a la par que tintaba de esmaltes áureos los bordados de las cuadrillas. La terna de valientes, igual que la del Apolo XI: dos tripulantes hollaron con sus pies la regolita lunar –tocaron pelo- y otro hubo de contentarse con permanecer a los mandos de la nave a espera de mejor ocasión.

Yo fui a ver, en particular, a uno de los toreros, cuya presentación y repetición en Las Ventas viví con interés y entusiasmo hace ya dos estíos: Alfonso Oliva Soto, un hombre con Duende.

No me decepcionó. En esta selenia velada, la Virgen iluminó su capote con dorados fulgores durante toda la corrida. Alumbrado por tan privilegiada candela, derrochó Oliva Soto colorido, sabor a índicas especias en el cimbreo y el temple de las verónicas de saludo, así como en las tres chicuelinas galleando y el cambio de manos por la espalda con que dejó al toro en el caballo. Sentimiento y cromatismo derramó igualmente, con el tercer toro, en ese quite de dos verónicas, en su sacar, dar el pecho con acaganchado resoplido en el remate a una mano… Al cuarto, lo lanceó de capa aplomado por ese peso doliente de los renombrados capoteadotes gitanos de la Cava. Circulan por ahí otras dos capas, otros dos percales, uno de ellos de más o menos su misma quinta, con los que organizarle un duelo cordial -¿por qué no aquí mismo, en Sevilla?- resultaría un deleite para la afición: los de Manuel Amador y David Mora.

Su primer oponente fue complicado de manejar. Manso, quedado, reacio a tomar el primer muletazo, amagaba en el segundo con herir y, tras beberse a regañadientes el tercero, recetado siempre con enjundia torera por Oliva Soto, había ya que vaciarlo con el de pecho. Un toro grandote, soso y con guasa soterrada. El torero le aplicó la faena perfecta, una faena de aire netamente lustral, purificatorio… La más acorde posible con la condición del toro, medidísima de reloj, desgranando el compás y toque precisos. Atacó con el acero con enorme seguridad, sin volver la fisonomía en el embroque, cayendo el toro hendido de muerte y hasta el pomo al primer viaje. Salieron a relucir los pañuelos, y crepitaron las palmas en la vuelta al ruedo.
Su segundo, con embestida propiamente dicha sólo en el primer tercio, fue un regalito, ese toro con el que ciertos aficionados quieren ver a Oliva Soto: falto de fijeza, sobrado de mala uva y con seis o siete gañafones en la recámara, que sólo porque la Virgen, Reina de la Noche, así lo quiso, no rasgaron la nazarena seda. Oliva Soto se sabía en el punto de mira, bajo la lupa del enemigo, y no rehusó plantar batalla. Esquivó los puñales sin mover las zapatillas, muleteó con firmeza y, con la espada, fue un cañón. Esa estocada, su valor y esos lances de lapislázuli engarzado en oro valiéronle la oreja.

La banda no le ayudó, pero a sus manos, recién muerto tan hosco oponente, fue a parar el casi único trofeo de la noche. Ni un solo compás dedicó a sus dos trasteos una murga a la que su director instaba a romper a tocar apenas cualquiera de los otros dos alternantes en el ruedo ligaba muletazo y medio un poco aseados… Claro que no habían pasado diez segundos cuando, visto lo que se daba ahí abajo, había el de la batuta, muy a su pesar, de dar a sus músicos la orden de poner fin al pasodoble. Miraba uno hacia los excelentes músicos de la banda, reflexionaba luego acerca del criterio taurino de su jefe de filas, y no podía evitar pensar en aquello de: “¡Dios, qué buenos vasallos si ovieran buen señor!”

Volveremos, después de este sólido triunfo, a ver a Oliva Soto. Y es que un año en el dique seco nada supone para el Duende. El Duende, a veces, duerme. Pero nunca desaparece. Anoche, en Sevilla, se vio.

Joaquín Albaicín, agosto de 2009

jueves, 23 de diciembre de 2010

CURRO MOLINA


Qué son penas me preguntas.
No te lo puedo explicar.
Las penas son del que sufre,
y no son de nadie más.

Soleá

"EL GITANO DE LOS OJOS VERDES" Y MEXICO


Cuentan sus biógrafos que a "Cagancho" se le llamó de tan extraña manera, porque en su infancia vendía ganchos para colgar la ropa y otros menesteres, los que anunciaba de esa singular manera "Aca'ganchos", pero que siendo andaluz, del pregón, tan solo se entendía "Ca...ganchos". Joaquín Rodríguez nacido en el barrio de Triana del otro lado del Río Guadalquivir en Sevilla, España en 1903 y luego de sus andares novilleriles por la península, tomó la alternativa de matador en Murcia el 17 de abril de 1927, la que le fuera otorgada por "El Gallo" siendo el testigo de la ceremonia "Chicuelo". La confirmó en Madrid el 22 de junio del mismo año, ahora de manos de Victoriano Roger "Valencia II", con el toro "Naranjo" de la ganadería de Montalvo.

Hizo su aparición en los tendidos mexicanos de la plaza El Toreo acompañado de "Gitanillo de Triana" y desde que fue descubierto por el público, se inició un gran romance y comunicación integral con la afición mexicana, al grado que ningún otro torero procedente de allende los mares ha sido tan querido, estimulado y aplaudido como "Cagancho" ni antes ni después.
Se presentó como torero en El Toreo, el 2 de diciembre de 1928 durante la séptima corrida de la temporada 27-28, alternando con Fermín Espinosa "Armillita" y Heriberto García con una corrida de La Laguna de la que destacó el toro "Merenguito" al que le cortó las orejas y el rabo y mas tarde inmortalizó igualmente a "Vinatero" de San Mateo con lo que se inicia el romance y del que no me arriesgo a afirmar que haya concluido.

De 1928 al 1936 en que las relaciones Hispano Mexicanas fueron suspendidas, Cagancho viajó año con año a nuestro país teniendo temporadas completas difícilmente comparables con cualquier otro torero. Así en la temporada 1929-1930 toreó en once diferentes ocasiones, inmortalizando con faenas clamorosas a "Carpintero", "Tijerillo" y "Corbatero" de La Laguna, haciéndo lo propio con "Reportero" de Zotoluca en la corrida de La Prensa y con "Guerrita" de San Mateo.
Durante la temporada 1931-1932 apareció al frente de las cuadrillas en 12 tardes, inmortalizando a "Gitano" de La Laguna al que le cortara las orejas y el rabo. Al año siguiente o sea durante la temporada 1932-33 actuó en 9 tardes. Para concluir con sus mayores éxitos en el invierno de 1935-36 donde apareció en 13 tardes, perpetuando a "Destronado" y "Tirano" de La Laguna, "Mañudo" de Piedras Negras, así como a "Macharnudo" y “Chavalillo" de Torrecillas, por no mencionar sino las faenas en las que alcanzó sus mas apoteóticos triunfos con los que volvía materialmente locos a los aficionados en los tendidos de ese inolvidable coso.

Al término del llamado boicot del miedo, o sea a partir de la temporada 1944-45 en que se restablecieron las relaciones Hispano Mexicanas, "Cagancho" vino a México pero ya nada era igual. El tiempo había pasado y sobretodo con la llegada de Pepe Luís Vázquez y Manolete la fiesta había cambiado substancialmente, sin embargo, "Cagancho" se presentó en nuestro país en la tarde de la reanudación del convenio alternando con Carlos Arruza y Luís Briones con toros de la Laguna.
En esa temporada todavía alcanzó a torear en 5 tardes cortándole orejas a los toros "Tabernero" de La Laguna y "Chupacero" de Xajay, para volver en la temporada 1945-46 en donde tuvo la oportunidad de presentarse en la recientemente inaugurada Monumental Plaza México, durante la cuarta y última corrida de la temporada inaugural de ese coso, el 9 de marzo de 1946, alternando con El Soldado y Silverio Pérez con una corrida de San Mateo, en la que un terrible vendaval limitó el lucimiento de los toreros.
De aquella memorable tarde, Daniel Medina de la Serna en su libro "De la Cincuentona Monumental" recuerda lo siguiente: "En aquella última corrida volvió a soplar el aire, de nuestros algo locos marzos que señala el refrán, pero a pesar de las ráfagas, Cagancho que se había quejado del boicot en su contra de parte del empresario Antonio Algara, demostró una voluntad y un empeño inusuales en él así como la pinturería que sí le era característica; El Soldado volvió a estar mal y de malas, y Silverio sin el acicate de Manolete, salió con una mandanga, que toda la tarde le ganó sonoras rechiflas".

A partir de 1953 y hasta su muerte, Cagancho "el gitano de los ojos verdes" radicó en México, en donde rehizo su vida contrayendo nuevamente matrimonio con una distinguida dama de la sociedad mexicana, toreando esporádicamente en carteles muy especiales ya que si bien los años habían pasado, no así la simpatía personal ni tampoco el cariño que el país le profesaba, despidiéndose de la profesión el 27 de febrero de 1964. Desde entonces y hasta su muerte, estuvo dedicado a disfrutar de la compañía de sus muchas amistades así como en desarrollar y administrar una parte de la ganadería brava en nuestro país.
Por Antonio Casanueva (México).

miércoles, 22 de diciembre de 2010

TAUROMATRIX



BIENVENIDO AL DESIERTO DE LO REAL

“Simulacro y Simulación” (S&S) fue escrito por Baudrillard, un filósofo y sociólogo francés, en 1981. Contiene un capítulo titulado “Sobre Nihilismo” que es, de hecho, el último capítulo del libro.
En la película Matrix al abrir el libro en el capítulo sobre nihilismo los cineastas dirigen nuestro pensamiento hacia lo que representa esto y hacen posiblemente más de una declaración. El libro esta hueco, vacío, es falso. Es decir, no contiene lo que la cubierta dice que tiene. Lo que contiene son las copias del software, es decir, ninguna cosa “original”; es un vacío llenado de mercancías robadas.
La filosofía de Baudrillard, según lo tratado en S&S, revela varias de las categorías primarias de Matrix. Cuando Morfeo le dice a Neo: “Bienvenido al desierto de lo real”, está parafraseando el primer capítulo de Baudrillard en S&S. Baudrillard plantea que nuestro mundo ya no es realmente “real”. En lugar de eso, se ha vuelto “hiperreal”, una simulación de la realidad que está desconectada de lo que antes fue verdaderamente real.
Asimismo, la masa de la civilización prefiere realmente la simulación a la realidad. Fuera de esta verdad básica, el simulacro procede, del desarrollo infinito de copias de cosas hasta que no queda rastro de algo original o hasta trivializar a la originalidad. Así la realidad adquiere las cualidades de un desierto, áspero y careciendo de un genuino sustento.
La simulación es nuestra norma y no se debe confundir con la “representación”. Por definición, una representación siempre es sobre algo más, pudiendo distinguir así lo que es verdadero y lo que no lo es. Una simulación, sin embargo, se proclama a sí misma como el conjunto de lo que sea simulado. En una simulación no hay un punto de referencia en el cual se pueda distinguir qué es y qué no es genuino porque todo dentro de una simulación es falsificado. Como el software hackeado por Neo oculto en la imitación de un libro de filosofía.

Concepción Pérez García (Filósofa)


POSTDATA: “la crítica de hoy es una vergüenza, porque ha hecho una labor manipuladora del público, lo ha desorientado, lo han convencido de que la trampa es técnica”. Alfonso Navalón

martes, 21 de diciembre de 2010

MAIRENA EN ESTADO PURO


Juan Arolas.


Estas imágenes corresponden al IX Gazpacho de Morón, donde Don Antonio Mairena se arranca con una pataita cantando el romance y moviendo su pañuelo con ese arte que solamente está al alcance de los "elegidos para la gloria". Por cierto, del momento en el que se persigna ni todavía me he repuesto. Cosas de genios...


HABLA JOAQUÍN ALBAICÍN


Por Plá Ventura. 2005

Hoy, nos cabe la fortuna de que, un artista de las letras, Joaquín Albaicín, gitano y sabio, nos regala sus sentimientos en una entrevista plagada de sinceridad. Su verbo tan expresivo, unido a sus condiciones como escritor, al final, dan la medida exacta de la fortuna que hemos tenido al poder conversar con este hombre; mucha suerte la nuestra ya que, un señor de las letras, amante sin condición del embrujo y el duende que un torero pueda crear, nos ha dedicado su tiempo y, a su vez, esa sabiduría espléndida que adorna todo su ser. Sus respuestas son la evidencia de todo cuanto digo. Albaicín, como podrán ver, sin tópicos manidos al uso, se desnuda en su alma y se nos muestra tal y como es: sencillamente, un personaje singular. Nuestro esfuerzo, al final, creo que ha merecido la pena. El entrevistado así lo hacía presagiar y, tras la conversación, uno tiene la sensación de estar en paz consigo mismo.
-Nacido en una familia de artistas, usted no podía ser bombero, si me permite la expresión. Por tanto, si por sus venas corre sangre de artista, afortunados sus lectores que, a diario, se extasían con sus letras. ¿Esa es una forma de expresar su arte?
Hombre, dudo que mis lectores entren tanto como en éxtasis. ¡Ya me gustaría! Por ponerle un ejemplo en contrario, cuando publiqué en El Europeo el artículo que fue el embrión de mi ensayo EL PRÍNCIPE QUE HA DE VENIR, varias decenas de lectores arrancaron las páginas en cuestión y las devolvieron por correo a la dirección de la revista, acompañadas de cartas en que no me deseaban precisamente lo mejor...Por supuesto que la literatura es la vía a través de la cual el poco o mucho talento artístico que pueda tener fluye y se manifiesta. Y sí, creo en la herencia genética, que te moldea tanto desde el punto de vista físico como en el orden psíquico. No es que le dé más importancia de la que tiene, pero tampoco menos.
-¿Su sangre gitana tiene algo que ver en que usted sea, además de un consumado escritor, un aficionado a los toros de un sentimiento especial, patrimonio exclusivo de seres dotados de una sensibilidad a flor de piel?
Efectivamente, nací de madre gitana, palabra que sigue significando algo, y algo muy definido, en unos tiempos en que las identidades parecen diluirse a velocidad de vértigo...No sé, creo que, a la vez que podemos manifestar una vertiente temperamental muy expansiva, nosotros vivimos fundamentalmente hacia dentro, o muy hacia el interior, muy con la vista vuelta hacia la pared del corazón. Y que poseemos una inclinación temperamental innata hacia lo artístico. No pretendo decir, por supuesto, que cualquiera, por el mero hecho de nacer con una gota de sangre gitana, esté facultado para revelarse como un artista genial, pero sí que esa inclinación natural existe y que, a poco que sea estimulada, genera consecuencias. Y luego, claro, tenemos nuestra visión del mundo, nuestra alma, de la que derivan unos acentos, un condimento particular que a unos agradará y, a otros, no tanto.
-Puesto que, estamos hablando para una publicación taurina, ¿cómo definiría usted el arte?
Yo prefiero hablar de duende. Porque la palabra arte, originalmente, significa habilidad, destreza, maestría en una ocupación. Entonces, un mecánico que arregla un motor o un pintor de brocha gorda que pinta una pared es, de acuerdo con esto, un artista. Y, a su modo, por supuesto que lo es. Es por ello que, en el contexto en que nos movemos, prefiero hablar de duende, que ya hace referencia específica a la inspiración, a un soplo de origen sobrenatural que, en el marco de ciertas actividades, pone los pelos de punta. Es el duende, no la mera destreza, lo que hace posible que la lectura de determinado libro, o el dar o ver dar tres muletazos o escuchar en cierto momento cierto violín o cierta guitarra cambie radicalmente nuestras vidas o nos descubra con elocuencia supina la razón de que, para nuestra perplejidad, nos encontremos en este mundo.
-Por cierto, hablando de toreros artistas, como usted me refleja, intuyo que, en su día, apostó usted muy fuerte por un verdadero artista que, al final, no ha dado la talla. Me refiero a Julio Aparicio. ¿Cuál cree usted que ha sido el motivo?
Bueno, no sé qué se quiere decir exactamente con que Julio Aparicio no ha dado la talla. Hablamos de un torero cuya faena en Las Ventas a aquel toro de Alcurrucén es considerada por muchísimos aficionados como la más grande que han visto en su vida, una faena que para infinidad de personas es una referencia fundamental en su memoria taurina. Aquella faena suya ha revelado poseer esa incombustibilidad y esa capacidad de pervivencia en la memoria que ha distinguido a otros trasteos históricos, como el de Cagancho en Toledo, el de mi abuelo Rafael en Sanlúcar, el de Paula en Vista Alegre, el de Antoñete con el toro blanco, el de Rafael El Gallo con el toro de Aleas, el de Silverio con Tanguito, varios de Antonio Ordóñez... Y Julio ha cuajado faenas cumbre en Sevilla, en El Puerto... En fin, en la plaza de El Puerto hay una placa en homenaje a la faena de un torero que entonces aún sólo era novillero... Que ha salido en hombros, después de labrar faenas apoteósicas -no simplemente brillantes- en Salamanca, en Vitoria, en Valladolid, en Alicante, en Segovia... Los muletazos que pegó el día de su presentación en Valencia, por ejemplo, no se me olvidarán nunca. Creo, sin afán de desmerecer a nadie, que pocos toreros pueden presumir del historial artístico de Julio Aparicio.
-Decía Facundo Cabral que él no era artista, pero que sí vivía con el arte. ¿Usted, se siente artista o, como Cabral, vive cerca del arte?
Soy artista, por cuanto me dedico al cultivo de un arte -la literatura- y esa dedicación es consecuencia de una vocación natalicia. Quiero decir que no soy escritor como podría haber escogido ser tenista, abogado o cantaor. Mi dedicación a la literatura no es resultado de una elección personal. Por decirlo de algún modo, fue la literatura la que me escogió a mí, no yo a ella. En realidad, pienso que ese es el sello del artista: no es que tú “tengas” arte o duende, es el duende el que te “tiene” a ti. Intuyo que es esto lo que Cabral, a su manera, quiso expresar.
-Estamos viviendo, respecto a los toros, una etapa de transición para la Fiesta que, si alguien no lo remedia, los toros, al final, pueden sufrir un serio revés; Cataluña, lamentablemente, es un ejemplo de cuanto le digo. Usted, desde su atalaya cultural, ¿cómo encauzaría usted esta fiesta tan bella, dejada de la mano de Dios?
No puedo contestarle con demasiado conocimiento de causa, pues, aunque tengo allí muy buenos amigos, como Sebastián Porras Soto (cronista taurino en El Periódico), Pedro Burruezo (que, además de ser un gran músico, está al frente de The Ecologist) o los amigos de las revistas La Puerta y Letra y Espíritu, he visitado muy poco Barcelona y nunca he tenido ocasión de asistir a una corrida en su plaza. Ya imagino que el ambiente taurino no es el mismo que cuando Luis Procuna, Luis Miguel o Cagancho se vestían en el Hotel Oriente, pero bueno, sé por la prensa de la faena cuajada por Morante a fines de esta temporada, y de las buenas tardes que ha dado allí Curro Díaz.La vocinglería de los antitaurinos siempre ha existido, y nunca les hemos echado cuentas. ¿Soluciones? Sé que es más fácil decir que hacer las cosas, pero me pregunto, por ejemplo, por qué en Madrid, cuando salgo de casa, jamás veo pegado en una pared un cartel de la corrida del domingo, cuando sí veo carteles anunciando mítines, conciertos, conferencias, ciclos de cine... Es decir, si no eres aficionado impenitente y estás pendiente por tu cuenta de lo que se programa en Las Ventas, puedes pasear por Madrid durante días y días sin percibir el menor indicio de que a unas pocas estaciones de metro de tu casa hay una plaza de toros y de que en ella se dan festejos. Imagino que en Barcelona sucederá tres cuartos o nueve octavos de lo mismo. En este sentido, aplaudo la acción de la empresa de Las Ventas de insertar anuncios en televisión, que me parece una idea excelente.Y ya que hablamos de reveses, quisiera aprovechar la oportunidad para expresar mi estupor por que, desde el desdichado accidente que condenó a Miguel Ángel Cuadrado a una larguísima convalecencia, para un diario de la importancia e influencia de El País, en cuyas páginas literarias he tenido la fortuna de colaborar, los toros, fuera de San Isidro, casi ni existan. Esto es, sencillamente, un absurdo periodístico.De cualquier modo, reconozco no poner demasiada atención a esa cantada crisis de la Fiesta, que parece ser perpetua. Lo que en el fondo me importa, con lo que me quedo, es con que el otro día he visto a Aparicio sensacional, o a Manuel Amador cumbre, o con que he tenido la suerte de ver a Conde en Valdepeñas, o con que en cuanto Rincón presenta la muleta al toro aquello se transforma en un templo, o con que, estando yo en la plaza, un espada modesto como Rafaelillo ha demostrado que, poniendo el corazón en juego, las circunstancias en contra pueden ser vencidas... Esos son los argumentos. Porque quienes, a la postre, encauzan o desencauzan la Fiesta son sus protagonistas, los toreros, que en cinco minutos de trance y al margen de qué tipo de torero sea cada cual, detentan el poder de reducir a cenizas todos los juicios preconcebidos y todas las opiniones.
-Respeto sus opiniones y, lo que es mejor, las comparto pero, podría creer usted posible que, de tener media docena de toreros al estilo Morante de la Puebla, tendríamos la Fiesta salvada?
El toreo de Morante tiene gran calado, pero aún recuerdo cómo, la última vez que toreó en Madrid, el presidente ordenó devolver un toro al corral. Mientras salían los cabestros, Morante se dirigió hacia los medios con la evidente intención de hacer un quite. ¿Qué quiere que le diga? A mí, si veo a un torero que quiere hacer un quite, y a un toro que además era suyo, pues en ese momento, lo que diga el reglamento me la refanfinfla. ¿Cómo premió el público el regalo que el torero quería hacerle? Con un abucheo monumental. Así es la vida. La masa, muchas veces, no quiere salvarse, se siente más en su salsa en la inmundicia. Se desgañita pidiendo el indulto para Barrabás, mientras para el salvador exige el patíbulo y el escarnio.
-Y le digo todo esto porque, como vemos, el mal es ya endémico puesto que, la gente, no acude a los toros; salvo Madrid y pocas ferias más en sus días grandes, los toros apenas le interesan a nadie. Algo falla, ¿lo sabe usted?
Hombre, casi todo puede mejorarse en esta vida, pero me parece que los aficionados a los toros somos, a veces, especialmente propensos a dejarnos arrastrar por un pesimismo excesivo. Yo mismo me tiré dos o tres años sin ver un festejo, indignado porque mis toreros estaban vetados, fuera del circuito... Como queramos llamarlo. Hasta que me di cuenta de que no tenía por qué ceñirme a los calendarios de fastos oficiales y no tenía más que volver a echarme al camino para reencontrarme con lo que siempre me llenó, hasta que me di cuenta o recordé que el toreo no está sólo en las plazas de las grandes capitales. Mi vuelta aconteció un par de años atrás, la temporada del triunfo de Conde y Morante en Vista Alegre, al que siguieron la gran tarde de Antón Cortés en San Isidro, el semi-resurgir de Cepeda... En fin, centrándome en su pregunta y al margen de que los gustos de uno puedan coincidir o no con los de los confeccionadores de carteles, me parece obvio que el día de toros sigue siendo el día grande de las fiestas de cualquier pueblo, y me parece que las corridas de las Fallas, o las de San Juan en Alicante, o las de la feria de Salamanca... continúan siendo días de cita obligada para miles de residentes en esas ciudades.¿Madrid? Soy asiduo a los tendidos de Las Ventas desde hace más de veinte años y puedo decir que, como señala, somos muy pocos quienes vamos a los toros fuera de los ciclos feriales. Pero esto no es de ahora, ha sido así desde que yo tengo uso de razón. Con esta empresa, con la anterior, con la anterior a la anterior, con la precedente a aquella... Y, seguramente, la situación permanecerá estacionaria con las que vengan en el futuro. Y en Sevilla, ¿qué le voy a contar? He ido a novilladas en verano en las que estábamos tres y el de la garrota... De todos modos, esto es natural dadas las circunstancias, e idéntico desinterés popular se constata en frentes distintos del taurino. Imagine que, mañana, reestrenaran en la Gran Vía una película de Manolo Otero y María José Cantudo, o una de Pajares y Esteso. Sí, en su momento, años atrás, las salas hacían su agosto con esas películas, pero proyectarlas ahora en la Gran Vía no tendría demasiado sentido, ¿verdad? Me refiero a que hemos de tener en cuenta que, fuera de feria, en plazas como Madrid o Sevilla los carteles se hilvanan, porque también es necesario, a base de toreros en dique seco, o principiantes que aún no se han hecho un nombre, o toreros que no se hallan en su mejor momento de condiciones o popularidad. Añadamos que son anunciados con ganaderías que, por lo que sea, el aficionado sabe de sobra que es casi imposible que embistan. Pretender que la plaza se llene en esas circunstancias...Que anuncien en Madrid, en julio, a Manzanares padre, Julio Aparicio y Javier Conde con una corrida de El Pilar o El Torreón. O a César Rincón, El Cordobés y Manuel Amador con una de Alcurrucén. Entonces sabremos si a los madrileños les interesan o no los toros fuera de San Isidro y otoño.
-El toro, señor Albaicín, sigue teniendo su vital importancia para el devenir de la Fiesta y, lamentablemente, los toreros, especialmente las llamadas figuras, huyen de afrontar el riesgo que entraña enfrentarse al toro de verdad. ¿Cree usted que sea éste uno de los males por los cuales, el aficionado, ha perdido credibilidad respecto a la Fiesta?
Mis preferencias en cuanto a toros están, en este momento, por ganaderías como las que acabo de citarle: Alcurrucén, El Pilar, Jandilla... O por ese toro bueno de Victorino que siempre estamos esperando... El Torreón también es de las mías. Toros que embisten con franqueza y nobleza, pero con movilidad y brío. Es cierto que charlas con muchos profesionales del toro y -también hay que ponerse en su lugar, yo lo entiendo- te dicen “nobleza” y están en realidad pensando en “sosería”, o te dicen “clase” y están pensando en un toro que no puede con su alma... Y que, quizá sin darse cuenta, estén propiciando crisis seguramente irreparables, porque lo que hoy, con muy buena voluntad y haciendo de tripas corazón, podemos admitir como ”nobleza”, en la siguiente generación será invalidez y ausencia de cualidades naturales para la lidia.Habrá que ver, pues, qué queremos decir con eso del toro-toro, porque, depende de con quién hables, se habla de cosas distintas. Jamás, por ejemplo, he tenido el menor interés en ver a Curro Romero matando la del Cura de Valverde, del mismo modo en que sabemos que los toreros llamados “gladiadores”, el día que tienen la oportunidad de enfrentarse a toros de embestida franca, por lo general no saben qué hacer con ellos. Tampoco me han dicho nunca nada latiguillos al estilo de: “El toro grande, ande o no ande”, o: “Si no embiste el toro, embistes tú”... Embestir va con la naturaleza del toro, no con la del hombre. El torero no puede ni debe embestir, sino aplicar su ciencia. Si, además, su labor se ve asentada sobre el temple de ánimo y, encima, el duende viene a hacerle un favor, pues ya tenemos lo que todos buscamos, ¿verdad?Algo que sí aprecio es el daño que -no dudo que con la mejor intención- están haciendo las escuelas. Una promoción tras otra, vemos debutar a toreros y toreros para quienes no existen más suertes que el derechazo, el natural y el de pecho. Un afarolado, un trincherazo, un pase de la muerte... Ni noción de su existencia. Del toreo de capa, ni hablemos. Entonces, estoy seguro de que los alumnos de las escuelas salen de ellas empapados de vídeos de Antonio Ordóñez, y de Manzanares, y de Curro, y de Paula, y de Antoñete, y de Pepe Luis Vázquez, y de Paco Camino, y de Manolete... y con muchas ganas de triunfo, pero me parece claro que la mayoría no tiene la base, que es la lidia. Les falta, pues, lo fundamental, eso que hizo posible que un torero como Rafael de Paula, con el toro de Benavides, inmortalizara la más perfecta fusión de improvisación, duende... y lidia a la eterna usanza. O que permitió sostenerse con corridas muy duras a Pepín Jiménez, a Curro Vázquez... Y que ha sido el secreto del triunfo, temporada tras temporada, de espadas como Ruiz Miguel, Manili, Dámaso... Mire, si ahora se me pidiera rememorar el último San Isidro, pues me acuerdo de las dos tardes de Rincón, me acuerdo de El Cid con el de Alcurrucén, de una estocada de José Ignacio Ramos... En el capítulo de novilleros, me acuerdo de algún muletazo bueno de Alberto Aguilar al novillo al que cortó la oreja y, sobre todo, de los lances a la verónica y los dos estoconazos de David Mora. Y pare de contar. No me vienen a la cabeza un nombre, una cara, un muletazo más... Y eso es grave. No que un torero no triunfe o no corte orejas, sino que un torero salga de la plaza sin haber sido capaz de, al menos, dejar en la arena tres o cuatro detalles que nos hagan esperarle. ¡Hablamos de mes y medio de corridas! Quiero decir que, al margen de que se posea más o menos personalidad, de que se tenga más o menos carisma, a las nuevas promociones de toreros, por lo general, no les sirve ni el toro-toro, ni el toro-rana... No les sirve ningún toro, porque su hacer denota un importante desconocimiento de la lidia.
-Hace varias décadas, la opinión de la crítica, era fundamental para el desarrollo de la vida artística de un torero; ahora, por el contrario, lo que podamos decir los críticos, los toreros se lo pasan por el mismo forro de la chaqueta. ¡Vaya declive tan horrible¡ ¿Verdad? Y, lo que es peor, veremos quien es el valiente que arregla esto, ¿no cree usted?
Bueno, también la crítica se pasa a menudo por el forro de la chaqueta lo que los toreros hacen en el ruedo. Este verano, Manuel Amador cuajó magníficamente un toro de El Serrano. Le hizo una de las faenas más toreras que se han visto en Madrid en tiempo. Al día siguiente, según la crítica, allí no había habido ninguna faena. Que si “destellos gitanos”, que si “sabrosas pinceladas”... Suárez-Guanes puso el dedo en la llaga: hay, dijo, crisis de toros y de toreros, pero también de público, de afición. También, quizá, y esto lo añado yo, de crítica.
-Usted ha escrito mucho de toros y, sin embargo, su pluma, se sigue deslizando por la narrativa más bella, lógicamente, al margen de los toros. ¿Es usted un convencido, como yo le decía antes que, nuestra opinión no sirve para nada?
La opinión siempre vale para algo. Toda gota de lluvia sirve para refrescar la tierra. Lo que ocurre es que, demasiado a menudo, las cosas están ya predeterminadas por factores extrataurinos frente a los que poco puede hacer una opinión. Si un torero cuaja una gran tarde y nadie se da por enterado, y se le hace el vacío, porque parece ser que eso de cuajar una gran tarde es una insolencia, pues figúrese lo que van a hacer los taurinos con la opinión de un particular, escriba donde escriba. Además, no olvidemos que aquí, lee muy poca gente.
-¿Se imagina usted, en los tiempos actuales, si pudiéramos formar el cartel que le voy a decir, qué consecuencias traería? Anote, por favor, Rafael Albaicín, Rafael de Paula y Morante de la Puebla? En definitiva, cree usted que, estos tres artistas lograrían erradicar los males de la Fiesta?
Como supondrá, me encantaría que ese cartel y muchos otros estuvieran a nuestro alcance. ¿Qué tal Cagancho, La Serna y Julio Aparicio? ¿O Curro Puya, Silverio Pérez y Javier Conde? ¿O Garza, Curro Romero y Manuel Amador? Pero no. Aparte de que la condición de gran artista o gran torero no concede el don de la omnipotencia, toreros como los que cita han surgido en todas las épocas desde que Cagancho y Curro Puya, con el fin de poner remedio a la soledad de El Gallo, tuvieron la intuición de bajar las manos en la verónica. Y sí, son leyenda. Ahí han quedado, y quedarán. Pero nunca han tenido la oportunidad ni la capacidad de mandar en la Fiesta y hacer que su línea predominase, por la sencilla razón de que se trata de toreros que hacen mucha sombra, y a quienes los apoderados de quienes en cada momento son las figuras poderosas, los mandones, hacen todo lo posible por quitar de en medio o, al menos, por ponerles las cosas lo más difícil posible.Hoy mismo, sí, a todo el mundo le gusta mucho Curro Díaz. Pero, ¿dónde contratan y en qué condiciones anuncian a ese torero que tanto les gusta? Y, ¿cómo es que está sin apoderado, cuando se supone que a los taurinos les gustan tanto los toreros puros? ¿No dicen que el arte y la pureza les vuelven locos? Y, cuando un torero como Morante, que ha hecho una temporada de gran regularidad y cuajada de éxitos grandes, tiene una tarde mala, como es lógico que la tenga cualquiera, los mismos que estaban ayer “locos” con él, ya te están diciendo: “No sé, no sé... Parece que ha perdido gas, que ya no es el mismo”...Son toreros que resultan incómodos inclusive a un gran sector de la crítica taurina, porque, lo mismo que los buenos toros descubren a los malos toreros, los toreros mágicos descubren a los escritores pedestres. Con Ponce no hay problema, porque Ponce es un muletero muy lúcido y un gran técnico, pero no es un hacedor de milagros, y más o menos cualquiera puede relatar con aseo una gran tarde suya. Ahora, estar con la pluma a la altura del milagro visto... Eso, ya no es tan fácil. Hay que ser también de una pasta especial (o eso me parece a mí, como lector habitual que soy de crítica taurina). Acuérdese usted “sólo” de las últimas veinticinco temporadas en activo de Curro Romero o Rafael de Paula. Los mismos que la víspera habían escrito que esos señores eran unos sinvergüenzas y que no tenían ni habían tenido nunca la más remota idea de torear, cuando sólo veinticuatro horas después se encontraban cara a cara con el milagro, pues no sabían por dónde salir. No tenían más remedio que escribir una crónica elogiosa, pero en la que translucían su irritación y disgusto por tener que escribirla... Y claro, eso no es plato de gusto. La crítica -salvo excepciones, por supuesto- es la primera que prefiere evitarse sorpresas. Y, quien puede y suele darlas, pues no es muy bienvenido que digamos.

lunes, 20 de diciembre de 2010

SUERTE SUPREMA

BUSCAR EL MOMENTO EN QUE EL TORO ESTÁ VENCIDO, PARA QUE CUADRE. CUADRAR UN TORO ES DIBUJAR CON COLORES ROJOS DE UNA ROSA EN LAS AGUJAS, LA DEFINITIVA PINTURA EN EL TIEMPO QUE ES SIEMPRE UNA FAENA. HAY QUE PERFILARSE, QUE ES PINTARSE A SÍ MISMO EL MATADOR EN SU SOLEDAD DE ACERO. PLEGADA Y ACURRUCADA MATERNALMENTE LA MULETA EN LA IZQUIERDA, REGAZO DE LA VERDAD. Y HAY QUE ARRANCAR, VOLCARSE, ENTREGARSE, CRUZARSE SIN TIEMPO, PERO CON SON, SIN DISTANCIA, PERO SIEMPRE MIDIENDO LOS TERRENOS. TIRARSE AL ARCANO DE UNA TIERRA DESCONOCIDA DONDE, DICEN, A VECES ESTÁ LA GLORIA Y DONDE, DICEN, A VECES ESTÁ LA MUERTE.
ENTRAR A MATAR ES LA MEJOR FORMA DE ENTRAR A VIVIR LA EFÍMERA INMORTALIDAD DEL HÉROE DE LA TARDE.



CURRO DIAZ : ESTOCADES AU RALENTI
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domingo, 19 de diciembre de 2010

NO SUPE LO QUE SENTÍ


Juan Arolas


Fandangazo del jerezano Niño Gloria de una fuerza brutal y dirigido al corazón directamente:


Yo no supe lo que sentí

con otro te ví pasar

porque debiéndote matar

de rabia rompí a reir

y luego me eché a llorar


Se estudia y se aprende bien

lo más difícil del mundo

yo he estudiado tu cariño

y no lo he podido comprender

por éso sufro y lloro como un niño


sábado, 18 de diciembre de 2010

¿QUIÉN MANEJA LA BARCA DE LA MÉXICO?



Juan Arolas.

Hoy al levantarme he procedido a afeitarme muy despacito y me he acordado de los pobres toros de Victoriano y de Torrestrella, que pocos cojones tienen los que los crían para eso y los que se ponen delante de ellos.
Después leo un poco y veo que esto no tiene arreglo ni aquí ni allí y me pregunto ¿cómo querrán que vaya la gente a los toros en México, si van a meter en la cárcel a su empresario el bueno de Herrerías?, vamos que no es que le haya dejado de pagar 6000€ a los barberos de Ponce, Fandi...sino que ha defraudado al fisco 2,8 millones de pesos. Y no sé por qué, me da por acordarme del Festival de Eurovisión del 83, en el que la Remedios Amaya cantaba eso de "¿quién maneja mi barca, que a la deriva me lleva?"...




LA BANDA SONORA DEL TOREO


Juan Arolas.

Música genial para el TOREO es esta de "Chevaliers De Sangreal", que ha sido compuesta para la película "El código Da Vinci", el autor es Hans Zimmer del que vamos a saber algo: nace en Franfurt, Alemania, pronto recibe clases de piano, formó parte de "The Camera Club" elaborando synthpop y new wave, en 1988 compone la banda sonora de "Rain man", también compone la banda de las películas: "Driving Miss Daysi" o "Days of thunder", obtiene en 1994 el oscar por el trabajo que realizó para "El rey león", tiene también en su haber la música de "El príncipe de Egipto", "La ruta hacia El Dorado" y "Gladiator". En su haber está la música de "El último samurai" y dos de la serie de "piratas del Caribe", "Batman", "El código Da Vinci" y "The dark knight" entre otras.


viernes, 17 de diciembre de 2010

EL BARBERO DE LOGROÑO

Juan Arolas.
En el Logroño de principios del siglo XXI se desarrolla esta obra, en la que Enrique Poncini y David Fandili, bellos muchachos toreadores ricos y muy aplicados, son contratados por don Osquini Choperini el cual tiene compradas dos corridas de toros a don Victoniano de Ríonino y a don Alavaritito Domecqui el de Torrestrelli, los cuales no pierden la esperanza de que Poncini y Fandilini las toreen a costa de cualquier cosa. Choperini al ponerse en contacto con los bellos muchachos toreadores cierra felizmente para todos el trato, no sin antes concretar quién hará las veces del barbero Fígaro. Una vez pertrechada la ultranza en el campo todos se miran con simpatía y ríen por el trabajo bien hecho. Pero la mala fortuna hace que el afeitado de uno de los de don Victoriano y otro de don Alvaritito despierten sospechas y sean dictaminadas como fraudulentamente manipulados. Fígaro lo quiere arreglar con una moneda de oro pero no cuela y de este modo se acuerda sancionar a don Victoriano y a don Alvaritito con una multa de más de 6.000 euros a cada uno y con la prohibición de participar en festejos taurinos en la Comunidad Autónoma de La Rioja durante el plazo de dos meses.

Enrique Poncini repite en el asunto de los toros 'afeitados' en Logroño y David Fandili entra a formar parte de una nómina de bellos muchachos toreadores cada vez más amplia: entre los que destacan 'El Julini', 'El Cidini', José Tomasini, César Jimenini, Miguel Báez 'Litrini', Salvador Vegini, Miguel Ángel Pererini, Morante de la Pueblini y Rubén Pinarini. Entre los ganaderos, los hierros sancionados han sido Puerto de San Lorenzini, Lagunajandini, Loreto Charrini, Manuel San Romani, Vegahermosini, El Tajo y La Reininina, ésta última con cuatro sanciones firmes en menos de tres años.

DEL PERÚ A ESPAÑA

Juan Arolas.
"El rosario de mi madre", vals peruano compuesto por Mario Cavagnaro Llerena (Arequipa 1926 - Lima 1998). Intérpretes: Los "Embajadores Criollos" en la versión original que inició la proyección internacional de este clásico del cancionero costeño, hasta llegar a la versión flamenca de "Duquende" que Almodóvar llevó al cine.



miércoles, 15 de diciembre de 2010

LOS GESTOS ANONIMOS HACIA MORENTE

Un ciudadano anónimo
se acercó a la sede de la SGAE
y colocó este dibujo
de Camarón que decía:

«Hola Enrique, Bienvenido!».


La piel se me puso de gallina al leerlo. Muchas gracias anónimo...aunque sigo llorando por Morente.



Esa soledad sonora

de música del silencio

ese inaudito invisible

saber que sabor del tiempo

esa ilusión del sentido

saber y sabor torero

es en Vázquez, Romero y Paula

quintaesencia del toreo

martes, 14 de diciembre de 2010

A QUE ESPERAN

Mientras en la actualidad Enrique Ponce, José Tomás y El Juli llevan años jugando al escondite entre ellos, transcribo este texo de Antonio Petit Caro en el que se describe magistralmente la competencia de la época dorada del toreo.¡¡¡A que esperan para revolucionar otra vez el toreo!!!

El año 1913 queda en blanco en la competencia de JUAN y de JOSE, porque hasta 16 de octubre de este año 1913 BELMONTE no alcanza el doctorado, cosa que hace en Madrid, de manos de "MACHAQUITO" y ante el toro "Lagartito", del hierro de los OLEA. Una tarde que constituyó un verdadero desastre de toros y toreros y que provocó la retirada de MACHAQUITO. Cuando el año 13 queda en blanco en la competencia de JUAN y de JOSE, los públicos le animan a GALLITO en la que será su primera competencia taurina: la de RICARDO TORRES "BOMBITA", con la que se resucitaba un viejo pleito de familia. En efecto, "BOMBITA" había establecido una competencia, que algunos estimaban interesada, con RAFAEL EL GALLO, torero que por sus características y su ánimo no era el más idóneo para este tipo de enfrentamientos. De hecho, en versión de los gallistas, esta competencia le hizo mucho daño a RAFAEL. Con JOSE será distinto. RICARDO TORRES había comenzado la temporada afirmando del menor de los GALLOS que era "un principiante sin categoría suficiente para medirse conmigo". A lo que JOSE contestó: "Con categoría o sin ella, no podrá evitar encontrarse conmigo". Y, en efecto, desde su primer encuentro en el ruedo de Sevilla, JOSE se muestra implacable con el viejo maestro, un acoso frontal que tiene su punto culminante en el ruedo de San Sebastián. Una pugna que se mantuvo hasta el 15 de octubre, la tarde de la retirada de BOMBITA. En el cartel le acompañaba, naturalmente, JOSELITO, además de RAFAEL EL GALLO y REGATERIN, en la lidia de ocho toros de García de la Lama. Cuentan que BOMBITA, tras estoquear a su segundo enemigo, le dijo a JOSELITO que "como yo he acabado mi vida de torero, no me ofrezcas banderillas en el último toro". Pero cuando llegó el momento, el de Gelves se fue decidido a por su competidor, para ganarle la última pelea, porque RICARDO TORRES sencillamente cumplió con los palos, en tanto JOSELITO dejo uno de los pares luego más alabados por los gallistas. Nótese, por otro lado, una nueva coincidencia entre JUAN y JOSE. Como veíamos antes, JUAN BELMONTE acompañó a RAFAEL GONZALEZ "MACHAQUITO" la tarde de su retirada, JOSELITO lo hace ahora con RICARDO TORRES "BOMBITA". Nos situamos así en las puertas de siete años, los que van desde 1914 a 1920, que constituyen la edad de oro del toreo. Siete años que por sí solo justifican la grandeza de la Fiesta. En línea con esa competencia con MACHAQUITO y BOMBITA, afirma ALEJANDRO PEREZ LUGIN DON PIO en la revista taurina, que tras JOSELITO se fueron los viejos partidarios de LAGARTIJO y buena parte de los que hicieron partido por MACHAQUITO, amén naturalmente de la familia gallista. En el partido de JUAN se integraron los anteriores partidarios de BOMBITA; unos, conscientes de su fe en la revolución belmontista; otros, sencillamente, como reacción frente al agravio que JOSELITO le había infringido a su ídolo. La afición entera formó banderías. Y así, en torno a JOSE se reunió la aristocracia de la época, mientras que JUAN acaparó a los intelectuales del 98. Según las anotaciones del conde de Colombí, JUAN y JOSE compitieron en 258 ocasiones en los ruedos. La primera ellas tuvo lugar el 21 de abril de 1914 en la Maestranza sevillana. Jornada memorable para el belmontismo. Conviene pararse en esta tarde, que los anales registran como una tarde primaveral, con sol y mucha luz. Había llegado JUAN BELMONTE a Sevilla la misma mañana de la corrida. Venía de Murcia, donde cinco días antes había resultado cogido. Los aficionados que fueron a esperarle a la Estación de la Plaza de Armas, pudieron comprobar el lastimoso estado en el que venía el torero, con la cabeza vendada, cojeando ostensiblemente. A duras penas se sostenía de pié. Los detractores de JUAN buscaron la justificación de inmediato:"Este lo que quiere es hacer el paseíllo, para luego dejar que JOSELITO y GAONA se traguen solos la corrida de MIURA". Cuando las cuadrillas hicieron el paseo la expectación había subido de tono. Nada hizo GAONA con el primer miura de la tarde. Peor le fueron las cosas a JOSELITO en el segundo. Cuando suenan de nuevo los clarines, JUAN se adelantó al tercio, afianzó en el piso la pierna lesionada y así esperó la salida del tercero de la tarde, un berrendo bien armado. Allí empezó la apoteosis. Al caer la tarde, en su casa de la Plaza de la Encarnación, EDUARDO MIURA recibió al mayoral: "Señorito, que JUAN BELMONTE le ha cogido al berrendo el cuerno por la mazorca...". "Falso", respondió enérgico el ganadero, quien para salir de dudas preguntó: ¿Pero tu lo has visto?". "Si, señoriíto, yo lo he visto". Cuentan que don EDUARDO con los ojos nublados salió despacioso del despacho. Por primera vez un torero se había atrevido a cogerle un pitón a un toro de MIURA. Anotemos aquí que la segunda vez que EDUARDO MIURA lloró fue una madrugada de Viernes Santos, cuando escuchaba la saeta que el gran MANUEL TORRE le cantaba al Cristo de la Sentencia, de la hermandad de la Macarena. Un gitanillo que presenciaba la escena comentó: "Fíjate, con la mala uva que se gasta criando toros, y ahí lo tienes, que me lo han hecho llorar". El 2 de mayo volvieron a coincidir en el cartel, ahora en Madrid. Al finalizar la temporada, las estadísticas dijeron que JOSELITO había vestido de luces en 75 ocasiones, con otras 36 perdidas por cogidas. JUAN, por su parte, lo hizo en 72 festejos, número también mermado por las cogidas. En su conjunto, la temporada había sido desigual. JUAN se anotó un triunfo importante aunque el protagonista le dio menos importancia que sus propios partidarios el 25 de abril en Madrid ante un toro de MURUBE. JOSELITO dio que hablar por los siete toros de VICENTE MARTINEZ que estoqueó en Madrid el 3 julio, la tarde en la que un revistero acuñó una frase luego muchas veces repetida: mató siete toros en siete cuartos de hora "sin despeinarse siquiera". Dejemos constancia, en fin, que en esta temporada del 14 conviene situar la célebre sentencia de GUERRITA: "Para que a GALLITO le coja un toro, tendrá que tirarle un cuerno. El que quiera ver a BELMONTE que vaya pronto, así no se puede torear". Al comenzar la temporada de 1915, según narra MANUEL CHAVEZ NOGALES, JUAN BELMONTE tenía un concepto máximo de su rival en los ruedos. "JOSELITO era un rival temible. Las circunstancias providenciales le habían llevado gozoso, casi sin sentir y como jugando, al máximo triunfo. Todo le hacía ser un niño grande, voluntarioso y mimado, que se jugaba la vida alegremente y tenía frente a los demás una actitud naturalmente altiva, como la de un dios joven. En la plaza le movía la legítima vanidad de ser el primero. Frente a él, yo tomaba la apariencia de un simple mortal, que para triunfar ha de hacer un esfuerzo patético. Creo que esta era la sensación que uno y otro producíamos"Todos los tratadistas coinciden en afirmar que esta temporada del 15 fue el año grande de la rivalidad. Aunque ya desde finales de febrero comenzaron a coincidir en los carteles, hubo cuatro tardes históricas: el 17 y 18 de abril en Sevilla y el 8 y 10 de mayo en Madrid. Probablemente, hubo éxitos mayores que los alcanzados ante las dos corridas de Gamero Cívico, la de Contreras y la de Santa Coloma que mataron en estas ocasiones. Pero, sin embargo, nunca hasta entonces se había desbordado la pasión entre los aficionados como ocurrió en estas cuatro tardes.La revolución de JUAN se había ido afianzando en un oficio hasta entonces ausente. JOSE, por su parte, se mostraba en plenitud de su magisterio. Antes de comenzar esta temporada del año 15, JUAN tuvo uno de esos detalles que le hicieron diferente: una mañana de invierno entró en una peluquería de Madrid y se cortó la coleta. Por su parte, JOSELITO tuvo gestos de los suyos: hasta en ocho ocasiones actuó en solitario. La última de estas corridas tuvo lugar en Valencia el 17 de octubre, ante siete toros de Miura. Un año antes, cuando en una ocasión similar pasaba de muleta al último toro de la tarde, del hierro de Contreras, un grupo de aficionados le increpó diciendo: "Todo eso está muy bien,...pero con toros de Miura". Al llegar al hotel, llamó JOSE al empresario y apalabró la corrida que cumplió este 17 de octubre, la tarde en la que, cuando iba a matar al sexto miureño, el de Gelves cogió la montera, buscó en su localidad a los discrepantes del año anterior y les brindó su muerte. La temporada de 1916 quedó prácticamente en blanco en esta competencia. JOSELITO contabilizó 105 corridas, en tanto JUAN tan solo llegó a las 43 por diversos avatares. Sin embargo, la efervescencia de los partidarios de uno y otro toreo sigue en alza. En 1917, las cosas poco cambiaron para JOSELITO. Hasta se repitió su dolencia invernal de las fiebres gástricas. Llegó a actuar en 103 ocasiones, a pesar de haber quedado fuera de la feria de abril en Sevilla, en el que fue uno de sus mayores disgustos profesionales, que el expresaba sencillamente: "los toreros que no torean la feria de abril, ni son toreros ni valen un real". JUAN BELMONTE, en cambio, comenzó la temporada en bajo tono, aunque sin embargo al acabar el año 17 todos coincidieron a afirmar que aquella había sido la temporada de BELMONTE. "Toreé 97 corridas afirmó luego el torero y estoqueé hasta 206 toros. No tuve ningún percance serio y mi entusiasmo por el toreo fue creciendo de corrida en corrida, hasta llegar al final de la temporada con el mejor temple y vibrando a un diapasón altísimo. Las corridas más sobresalientes fueron la del Montepío en Madrid, y las de Bilbao y San Sebastián". A la corrida del Montepío corresponde la célebre faena al toro de CONCHA y SIERRA, la tarde del 21 de junio. Durante la corrida los aficionados, sin duda para zaherir a BELMONTE, gritaban "Los dos solos" a JOSELITO y GAONA. En el sexto toro se produjo el milagro belmontista, en cuyo recuerdo JUAN mantuvo hasta su muerte la costumbre de descubrirse cada vez que pasaba por delante de la casa de CONCHA y SIERRA en Sevilla. Fue la tarde también en la que JOSELITO reconoció que más se había emocionado con el toreo de JUAN. La temporada del año 18 pasa íntegramente en blanco en esta rivalidad. En el invierno, durante la campaña americana, JUAN BELMONTE contrajo matrimonio y dejó ir la temporada. JOSELITO en solitario llevó el peso de la Fiesta, comenzando por buscarse competencia. Y la encontró pronto, en una figura naciente que se llamaba JOSE FLORES "CAMARA" y algo con FORTUNA y con SALERI II. El caso de CAMARA es de algún modo paradigmático en la personalidad de GALLITO. Había despuntado el torero cordobés como novillero y en cuanto pasó al escalafón superior se encontró con JOSELITO esperándole. Contaba hace años el que luego fuera famoso apoderado: "Mi fuerte eran las banderillas. De inmediato me buscó JOSELITO y a la tercera corrida que toreábamos junto me cogió el toro, porque me impuso ponerlas mejor que él y me obligó a dejarme coger. Su forma de competir era de hombre cabal, que iba siempre por derecho". Pero lo significativo viene ahora. Se le repreguntó a CAMARA como, siendo así, había aceptado el reto de GALLITO, a lo que contestó con rapidez: "Pero como no lo iba a hacer, si cuando íbamos haciendo el paseo ya me iba ofreciendo las banderillas". En este año 18, GALLITO cortó el primer rabo que se concedía en el ruedo de Madrid. Por lo demás, JOSELITO pasó por el peor trance de su vida: la muerte de su madre, la señá Grabiela. "Nadie más solo que yo", solía repetir el torero. Durante esta temporada, por cierto, JOSE utilizó habitualmente un capote de paseo de terciopelo negro sin ninguna clase de bordados. Un capote que quizá alguno de ustedes ha llegado a ver, porque con él hizo su último paseíllo otra figura histórica: ANTONIO BIENVENIDA. De nuevo juntos JOSE y JUAN, la temporada de 1919. BELMONTE reapareció con una destreza y una seguridad nueva en él. JOSELITO continuó siendo el lidiador consumado, que incluso había asimilado buena parte de la concepción belmontista del toreo. Un año que discurrió con la sencilla normalidad que imprimen los genios a su tarea.Así nos plantamos en el definitivo año de 1920, el año de Talavera.

LA COMUNICACIÓN


Juan Arolas.


Hay veces que mensajes que pueden purificar a la Tauromaquia se silencian de manera torpe. El pasado domingo se celebró en los Palacios un festival a beneficio de un vecino de dicha localidad con minusvalía que precisa de ayudas especiales. El vecino es un niño llamado Juan Manuel Ced y el pueblo de los Palacios gracias a la Tauromaquia se volcó con él llenando la plaza. Dicho festival fue marginado por los programas taurinos de radio del domingo no haciéndose eco de la repercusión que tuvo en cuanto a su gran afluencia de público.

El mensaje de solidaridad debería de haber sido el eje clave de la noticia, porque lo verdaderamente importante fue la respuesta del público ante un espectáculo que se hacía por una causa noble. La misma nobleza que posee la Tauromaquia y que sí no se enseña desde dentro será muy difícil que dimane hacia fuera.

lunes, 13 de diciembre de 2010

HASTA SIEMPRE ENRIQUE MORENTE


Ha muerto Enrique Morente.

"COMO ME DEJAS


FUENTE DE LUNA


POR DONDE QUIERA


QUE EL CIELO TE GUÍE


DIOS TE DÉ FORTUNA"



"Y NO ME DES MAS PENA


QUE YO SERÉ UN ESCLAVO TUYO


HASTA QUE YO ME MUERA"

SIGUIRIYAS



domingo, 12 de diciembre de 2010

¿ADIVINAN QUÉ FAMOSO TORERO ACUDIÓ A LA LECTURA DE LA CONSTITUCIÓN?


Juan Arolas


Actores como Imanol Arias o Fernando Tejero; cantantes como Miguel Bosé y presentadores como Paula Vázquez o Florentino Fernández, 'revolucionaron' con su presencia la Cámara baja. Pero el que realmente “triunfó” más que en el campo de fútbol fue el portero del Real Madrid del que solo unos pocos chavales lograron llevarse a casa un preciado autógrafo porque fue sacado casi en volandas del hemiciclo nada más acabar el acto.

Durante toda la mañana, y como ya ocurrió el año anterior, los artículos fueron leídos uno a uno y de forma ininterrumpida, primero, por los estudiantes de doce institutos, luego por los portavoces del PSOE, José Antonio Alonso; del PP, Soraya Sáenz de Santamaría; de IU, Gaspar Llamazares, y de UPN, Carlos Salvador. Y, finalmente, por la treintena de ‘famosos’ que habían sido invitados a sumarse al acto por la Mesa del Congreso. Entre ellos actores como Imanol Arias, Fernando Tejero, o Luis Fernández,; presentadores como Paula Vázquez, Florentino Fernández, Jorge Fernández y Ángel Martín; músicos como Miguel Bosé, Juan Luís Suárez (El Sueño de Morfeo) o la cantante Edurne, de Operación Triunfo, junto a representantes del mundo del deporte como el entrenador de la Selección Española, Vicente del Bosque, los presidentes del Real Madrid, Florentino Pérez, y del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo y jugadores como Sergio Ramos, Antonio López, Sergio Asenjo, Ignacio Camacho o Álvaro Arbeloa, además del mencionado Casillas.

Algunos de estos ‘famosos’ incluso se pararon ante los periodistas a hacer declaraciones y dar su opinión sobre el significado del acto, con la confesión por parte de casi todos ellos de que no han leído jamás la Constitución pese a conocer alguno de sus artículos, entre ellos el que hoy les había sido asignado para leer en el hemiciclo.

Imanol Arias incluso confesó que no votó a favor de la Carta Magna cuando fue sometida a referéndum, algo de lo que ahora parece estar arrepentido ya que desveló que ‘Antonio Alcántara’ – su personaje en la serie de TVE 'Cuéntame'- , sí lo hará en uno de los próximos capítulos.

La única que dijo conocer algo el texto con nuestras leyes fundamentales fue la presentadora Paula Vázquez que recordó que cuando estaba “en el colegio en Galicia nos hicieron leerla”.

Miguel Bosé – otro de los que causó furor entre las jovencitas- fue más diplomático y dijo que “lo importante es que se cumpla” no haberla leído, mientras los demás ‘famosos’ resaltaban lo importante que es para el desarrollo de la vida democrática.

EL FAMOSO TORERO QUE ACUDIÓ A LA LECTURA ES EL DE LA FOTO, ES DECIR NADIE...

¡¡¡AHORA YA SOMOS CULTURA, Y QUÉ...SÍ NO LOS QUIEREN PARA NADA!!!

Me acuerdo, que cuando le han preguntado a los 21 toreros primeros del escalafón, por el "traspaso a Cultura" todos han estado encantadísimos, contentísimos, felicísimos...Todos menos tres:

César Jiménez:"No creo que sea positivo".

Iván Fandiño:"Aún no sé las consecuencias que va a tener...Vamos a esperar".

Curro Díaz:"Es que desconozco esa información, no sé que mejoras habrá así que no puedo contestar".


"Tres incultos muy cultos".

POR LA PRONTA RECUPERACIÓN DE ENRIQUE MORENTE


Juan Arolas.

Enrique Morente está malito y desde aquí queremos, que su poética voz y figura vuelvan con nosotros cuanto antes, ánimo y que este Corpus estes en tú Granada viéndo toros desde tu barrera.


Dale a cada cual lo suyo

no es menester darlo todo,

al hombre lo que es del hombre

y al toro lo que es del toro



No trafiques con su alma

no le perdonéis la vida

al toro bravo en la plaza

que es humana cobardía

robarle al toro su muerte

a sólas en su agonía



José Bergamín