miércoles, 15 de febrero de 2012

JOSÉ Y JULIÁN. ECOS DEL 2001


"Yo creo que la gente ha encontrado en José Tomás el instinto poético de los toros a través del sentido trágico. O sea, una filosofía pero no una Tauromaquia. Y si en la primera tarde de El Juli desde San Isidro escribí que parecía atacado de tomasitis aguda; ayer parecía todo lo contrario: Tomás atacado, aparte de otras cosas, de julitis. Yo creo que ambos toreros, de características tan dispares, empiezan a influirse recíprocamente, aunque no sé si con influencias buenas o influencias malas. Eso, en bueno, dicen que fue lo que ocurrió con José y Juan. O sea que los partidarios de uno y otro pueden estar contentos y firmar un armisticio. Sólo que, dicho sea con todo respeto, hoy por hoy, según cuentan viejas crónicas, ni José Tomás es Belmonte ni El Juli es Gallito. Las influencias recíprocas también son relativas; por ejemplo, de tener la raza juliana, y no quedarse cruzado de brazos y ensimismado, a José Tomás ayer no se le hubiera ido el toro vivo".

Javier Villán, sobre la tarde del 1 de junio de 2001 en las Ventas.

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