martes, 21 de febrero de 2012

ELOGIO DE LA LOCURA


José Ramón Márquez.
"La frase manida, atribuida al Pasmo de Triana, asegura que se torea como se es. Suponemos que eso significa que los buenos toreros torean como los buenos toreros, y los otros, no. Pero ahí faltan cosas: la naturalidad, la personalidad, la verdad. El domingo, 21, en Las Ventas, Curro Díaz explicó a medias, pero con nitidez, lo que es ser un torero, con su verdad, con su inspiración, con su miedo. Frente a la clara e imperfecta explicación de esa torería que dictó en su segundo, nos vienen a la cabeza las imposturas con que nos tratan de adoctrinar. Crucemos de una vez las espadas entre la actitud forzada, la impostura jaleada como si fuese oro puro, la crispación y la tensión de Morante de la Puebla, y la levedad, la alegría, la profundidad de la antigua escuela sevillana, practicadas por un torero de Linares a quien le basta la filigrana de un adorno para recordarnos que este espectáculo es (y siempre debería ser) una fiesta". Vía Salmonetes.....

La Maestranza de Sevilla, en la que no reina la cabeza sino el vientre, parece que deja fuera a Curro Díaz, demostrando una vez más, que lo que se hace en el ruedo no vale para nada.

1 comentario:

I. J. del Pino dijo...

Curro Díaz es un pedazo de torero al que yo le exigiría sólo una cosa: que siga luchando y que no se rinda, y que cada tarde deje su impronta. Soy amigo de Urdiales y sé lo que es luchar año tras año durante mucho tiempo para que te dejen sitio, y me admiro del tesón de aquellos que no desesperan. Unos consiguen abrirse hueco, otros no, pero aunque Curro no lo consiga (cosa que dudo porque este mundo del toro se perdería un gran torero), tendrá el orgullo de decir que pasó por las plazas de toros dejando una huella imborrable para los que amamos esto.
Saludos.