El año que se presumía difícil por la crisis, tuvo una santesala rocambolesca con la formación por parte de un grupo reducido de matadores de toro, de un lobby denominado G-10, que antepusieron sus intereses personales relacionados con sus derechos de televisión, a intentar solucionar las verdaderas lacras que están aniquilando la TAUROMAQUIA.
Ellos con el beneplácito de empresas, ganaderos y prensa de comisión, tenían bien cerrada y sellada la caja de Pandora. Sin embargo, el devenir de la temporada taurina del 2012 está destapando la caja y se está poniendo de manifiesto, que la gran ramera en la que han convertido a la TAUROMAQUIA, ya no la pueden sostener.
La CORRIDA DE TOROS como actualmente se concibe ha llegado a su fin, es insostenible tanto económicamente como artísticamente. Y a ello han contribuido hechos como, que un torero que ha demostrado con corridas como Miura, Palha, Victorino, Cebada Gago...su grandes dotes como lidiador, esté con corridas de Victoriano del Río, Juan Pedro, Garcigrande...toreando entre otras cosas con el mismo gusto que Morante con el capote, con la misma estética que Manzanares, con la misma profundidad que El Juli.... Esa caterva de toreros del Lobby llevan toda su vida, con el consentimiento de la prensa que tienen comprada, mandando el mensaje de que "LO QUE NOSOSTROS HACEMOS ES LO MÁXIMO". Hasta que ha llegado Padilla con su parche en el ojo y sin sudar lo hace mejor.
Frente a ese lobby, hay un reducido grupo con Castaño a la cabeza y al que se le ha unido Robleño, que en la afición han prendido la llama de la ilusión. Hay otro modelo en el que la TAUROMAQUIA alcanza su razón de ser. Sin ir más lejos cada vez se habla más de la lidia en detrimento del famoso "arte". Sería conveniente que toreros como Fandiño y Mora que están entre dos aguas apuesten por este modelo.
Ya se está destapando la caja de Pandora, al lobby del G-10, empresarios fariseos y peridistas fenicios se le está viendo el plumero, porque no les salen las cuentas con la gente que va a los toros...
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