LA MEDICINA PREVENTIVA

El problema que tiene en la actualidad el toreo, habría que buscarlo en la medicina preventiva. Así lo pone de manifiesto el torero Juan José Padilla, quién ha manifestado que "el corazón no se acelera al ritmo de cuando mataba Victorino, Cuadri y Palha, son corridas que hay que torear con mucha precisión y esto es distinto".  Parece ser que con "esto es distinto", el torero se refiere a lo que está matando este año, es decir, Gracigrandes, Juanpedros, Zalduendos...

Y parece ser que son toros pertenecientes a ganaderías de las que en medicina se denominarían "ganaderías preventivas", vamos que te previenen de algún esfuerzo para el corazón. De hecho, el torero Padilla por prescripción de su médico y apoderado Toño Matilla, le ha indicado que no vuelva a esas ganaderías "a no ser por un motivo especial". Uno ante estas declaraciones, se acuerda de la épica que dicen que existió en el toreo y se pone colorado. 

Vamos que estos toreros de hoy en día, se cuidan de la hipertensión que es una maravilla. La sal ni probarla, igual que Victorinos, Cuadris, Aguirres, Palhas, Escolares..., no le vayan a dar una subidíta y no me lleguen a final de temporada.  

Antes lo que se estilaba mucho era decir, "qué poco corazón tiene este fulano" y ya con eso, estaba todo dicho. Hoy habría que decir, "que bien se cuidan estos fulanos el corazón, que güays son" y pedir una racioncita de Julis, Manzanares, Talas, Morantes con Garcigrandes, Juanpedros y Zaldus. Todo tan preventivo, tan sano. 

Ah, y de pedir una tapita de sangre encebollá, ná de ná.