Salió Bejarano y fiel a la selección de su encaste empezó su particular manifiesto. El cornidelantero Bejarano
pasó la lidia sin meterse ni molestar a nadie, paso tranquilo sin mirar nada más que los trastos que le citaban. Cuando fue al caballo, Bejarano allí que fue, se dejó pegar y aquí paz y aquí poca gloria. En banderillas trotaba Bejarano como si de una potrilla de paseo por el ferial de Jeré se tratara.
Qué bonito andaba Bejarano en la muleta, que manera de expresarse tras la muleta. Ni una mala palabra en el manifiesto de Bejarano, ni una coma mal puesta. Pura educación y cortesía sobre todo por el pitón izquierdo.
Y cuando su toreador que no matador, empezó a entender la buena educación de Bejarano por la izquierda en redondo, le dio por marearlo con insufribles circulares hasta que lo pasaportó de manera infame.
Pobre Bejarano, tanta educación en su manifestación y se fue con una sola tanda por el izquierdo.
Si su toreador tuviese la mitad de educación en su manifestaciones que Bejarano, otro gallo le cantaría, pero eso ya es harina de otro costal....
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