Después de despenar a su primer toro, el Fundi se dirigió a tablas. Al llegar a ellas lo primero que se encontró fue a un eufórico entrevistador de la televisión, que le dijo algo así como, enhorabuena maestro ha estado usted fenomenal ante este bravo y encastado primer toro. El Fundi educadamente le espetó que este primer toro había sido, obediente y noble.
La realidad es que Condor, que así se llamaba el pavo, fue el icono de lo moderno. Obediencia por bravura y nobleza por casta. Un toro que debería de ser el mínimo a exigir a quién pretenda ostentar el cargo de ganadero de Ferias, y sin embargo, uno creía estar viendo la resurrección de la bravura al escuchar a lo comentaristas.
Aún así, el Fundi se fue sin tocarle todas sus teclas...que cosas tiene esto, madre mía....
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