Negro era el toro, y de color tiznado,
erizado de cerro y lomo altivo, corto de pies, de manos apartado,los ojos grandes, como fuego vivo,de espeso remolino coronado,en mirar espantoso y vengativo,como un erizo levantando el vello,de cuernos altos y arrugado cuello.Pedro Medina Medinilla
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