Sernita estaba dotado de una voz clara y limpia, así como de un sentido innato del ritmo y del compás. Su gran especialidad fueron los cantes por malagueñas y de Levante, además de los cantes genuinamente “gitanos” de Jerez: seguiriyas, soleares y bulerías. Siempre cantaba las letrillas evocando las penas y la amargura, y también evocando a Dios. Tuvo, por otra parte, una especial devoción a su madre, tal como referiría El Sordera de Jerez. Este mismo cantaor afirmaba rotundamente que Sernita de Jerez tenía una buena gama de variantes de soleá, de seguiriyas, malagueñas, y se llevó muchos cantes a la tumba sin grabarlos.¡Qué pena!. El Serna era uno de los cantaores gitanos más largos que ha dado Jerez y quien mejor evocaba el eco de Chacón. ¡Y sin embargo en su misma tierra dudaron de la hondura de sus cantes! Hasta los mismos cantaores y aficionados lo tenían desterrado. Pero el tiempo lo pone todo en su sitio y la admiración por Sernita crece día a día; su figura, por tanto, se ha rescatado.
Fue, por desgracia, un cantaor que estuvo muchos años en la sombra, a pesar de sus magníficas cualidades artísticas para cantar tanto para el baile -diez años estuvo con Antonio- como en solitario, tal como lo demostró al conseguir los Premios de Soleares, Alegrías y Malagueñas del Mellizo en el Concurso Nacional de Córdoba en 1957. Y- ¡como no!- en esas antológicas grabaciones por Seguiriyas, Cabales, Soleares, Alegrias, Malagueñas con las guitarras gitanas y familiares de los hermanos Juan y Manuel Morao. Un análisis objetivo de la discografía que nos legó Sernita de Jerez nos hace ver, plena y claramente, que el cantaor jerezano ha sido una de las eminencias flamencas que siguieron con fidelidad la antigua pauta, que tuvo en don Antonio Chacón a su máximo exponente. Ahora, tras su muerte (9 de febrero de 1971), los buenos aficionados recurren a la corta pero valiosa discografía que dejó Manuel Fernández “SERNITA DE JEREZ”, una de las más importantes figuras del cante de Jerez.
Fue, por desgracia, un cantaor que estuvo muchos años en la sombra, a pesar de sus magníficas cualidades artísticas para cantar tanto para el baile -diez años estuvo con Antonio- como en solitario, tal como lo demostró al conseguir los Premios de Soleares, Alegrías y Malagueñas del Mellizo en el Concurso Nacional de Córdoba en 1957. Y- ¡como no!- en esas antológicas grabaciones por Seguiriyas, Cabales, Soleares, Alegrias, Malagueñas con las guitarras gitanas y familiares de los hermanos Juan y Manuel Morao. Un análisis objetivo de la discografía que nos legó Sernita de Jerez nos hace ver, plena y claramente, que el cantaor jerezano ha sido una de las eminencias flamencas que siguieron con fidelidad la antigua pauta, que tuvo en don Antonio Chacón a su máximo exponente. Ahora, tras su muerte (9 de febrero de 1971), los buenos aficionados recurren a la corta pero valiosa discografía que dejó Manuel Fernández “SERNITA DE JEREZ”, una de las más importantes figuras del cante de Jerez.
Por Alfredo Arrebola
Mamaíta de mi alma
lo lejos que estoy de ti
no hago más que llorar
luego me pongo a decir
que no te voy a ver más
Se la llevó Dios a la mare de mi alma
¿por qué se la ha llevaíto Dios?
si se la llevó porque la quería
eso lo respeto yo
se había llevaíto a quién yo mas quería
1 comentario:
Ole las malagueñas bien cantadas, con profundidad y respeto.
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