Por D. Álvaro Suso, de "elpais.es".
Cuando salió al ruedo el quinto de la tarde, Productor de nombre y con el hierro de Román Sorando, Morante de la Puebla mandó a su subalterno que lo recibiese. Algunos pitaron su actitud, pero el sevillano quería verlo en sus primeras embestidas. Al estilo de los toreros antiguos, cuando las reses se paraban por el peón de confianza y el matador estudiaba los primeros instintos del astado. Fueron tres lances, suficientes para que el de La Puebla del Río saliese al ruedo pisando distinto, con decisión; tres lances del peón de brega y un gesto de Morante que hizo presumir faena grande.
El éxito se basó en la exigencia de los toreros y la pobreza del ganado
A pesar de sufrir un resbalón que deslució sus primeras verónicas, el sevillano acarició al de Sorando antes de la media de remate que arrancó un olé unánime en los tendidos. Se mascaba el triunfo. La suerte de varas tampoco existió en este toro. Al igual que sus tres hermanos las fuerzas brillaban por su ausencia y se trataba de no quebrantar en nada al morlaco. Así que los picadores vivieron un día festivo en su paso por Vitoria.
A Morante le había gustado la forma de meter la cara de aquel zapatito de Sorando, bonito de estampa y cortado a la medida de los toreros artistas. Tocaba disfrutar y lo hizo tanto el torero como los cinco mil aficionados que se dieron cita en el coso vitoriano. No pudo exprimir a su enemigo por la falta de fuerza y ni siquiera llegó a bajarle la mano como deseó en varias series, pero el sevillano disfrutó con los suaves derechazos en los que basó la faena. Unos ayudados por alto rematados con un remate despacioso por el pitón izquierdo firmaron una faena llena de destellos artísticos, que mantuvieron la atención de los espectadores. La estocada certera selló el premio de dos orejas que le llevó a abandonar el coso en hombros.
1 comentario:
Ya era hora que le acompañe un toro al Maestro, por que ahí esta cuando le embisten forma el lío mas rápido que un misto.Esperemos que salga mas de una para ver esa pureza del toreo antiguo
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