lunes, 13 de enero de 2014
CURRO VÁZQUEZ PUSO LA TORERÍA
Plaza de toros de Valencia.
La tenían tomada con Curro Vázquez. Qué plaza. En cuanto un peón salió a recibir al primer toro, ya le estaban armando la bronca al matador. Y como el propio matador dio después motivos sobrados para la protesta pues se puso a tirar líneas medio descompuesto, la bronca que le dedicaron adquirió caracteres de escándalo. Continuó la corrida mas las gentes se aprestan para darle a Curro Vázquez su merecido en el siguiente turno. Sin embargo, llegado el turno, Curro Vázquez tiró de repertorio, llenó el coso de aromas toreros y dejó a la facción enemiga con un palmo de narices.
[No es que Curro Vázquez se hubiera puesto de repente a bordar el toreo. Es que, por primera vez en la tarde, había un torero con su torería, y apenas la desplegó ya estaba mandando a los pegapases a por tabaco. Menuda diferencia, el torero y los pegapases. Los pegapases, Enrique Ponce y El Califa, daba pena verlos con su pegapasismo recalcitrante. No les ocurrió lo que a Curro Vázquez, claro: no los pitaban. Antes al contrario, los aplaudían. Uno, porque ambos son de la tierra; dos, porque traen fama y el público valenciano es absolutamente sensible a lo que manden la fama, los tópicos y lo políticamente correcto.
Joaquín Vidal. 25 de julio de 2001
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