martes, 13 de agosto de 2013

SEÑALES DE DISTINCIÓN PERDIDAS

El peinado de los primeros toreros, era de abundante cabellera recogida con redecilla, peineta y pañuelo. Más tarde se abandonó la red y se pasó a la "moña" o mata de pelo colocada en forma de moño sobre la nuca. Después se usaba la coleta de pelo natural que identificaba al torero vestido de calle. En el siglo XX -años veinte- comenzó a suprimirse el pelo en forma de moño por la actual castañeta, añadido o postizo. Belmonte fue su gran impulsor, le daba vergüenza lucir la castiza coleta en los refinados ambientes en los que se movía. El resto de toreros le siguieron, y lo que era una señal de distinción fuera de la plaza, se perdió para siempre.

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