Habría que recordarles a los chicos de Mundotoro y a Morante dos conceptos básicos ahora que somos CULTURA: EDUCACION Y VERGUENZA.
Y pongo como ejemplo la esquisita educación y verguenza de Francisco Romero López, que se crió guardando guarros, pero que llevaba la educación como un bien innato. Por eso cuando le agredieron en Madrid reaccionó con esa majestuosidad y educación que caracterizan a los verdaderos genios y no a las baratijas que quieren ser diferentes sin serlo.
Dos muestras del ESFURZO que realizaba Morante:


Menos mal que Javier Hernandez en Burladero está escribiendo de toro con mucha educación, verguenza y verdad:
"Al quinto le sopló verónicas de la casa, aun sin marca, más cantadas que sentidas. Y eso que el Danielito venía entregado desde cinco metros. Un puyacito y chicuelinas escoberas de baticola a buen ritmo. Fue lo mejorcito. Luego desesperó Morante, que quería romper a torear sin hallar las teclas. Como Morante no arrea, un espectador lo arreó: "échale más arte, maestro". "Vete a la mierda", soltó como una coz el de La Puebla. Y como arrepentido de no arrear y del improperio, usó Morante el zapatillazo y el pico descarado, se quedó al descubierto y el torito le metió el cuernito entre el pecho y el chalequito. El susto fue morrocotudo. Y de allí al fin, sin que la gente sepa si otra vez fue la mala suerte del sorteo o la ausencia de teclas que Morante tiene para tocar".